Este personaje que va a
protagonizar este, nuestro blog, es alguien de
carácter peculiar,de cualidades
de lo mas peculiares, es decir un
tío al cual
según ciertos personajes se le puede tildar de
pericioso. Es alguien que seguramente jamás
desearíais ser, alguien que no lo
desearíais ni al peor de vuestros enemigos pero está
ahí y habrá que aguantarle, digo yo. Sus palabras
son peculiares, a veces exageradas pero siempre con algo de pericia. No se le puede pedir más a alguien que perdió su amor propio justo en el momento de nacer donde el médico asustado le preguntó a su mamá si estaba segura de dar a luz a semejante
espécimen, ella dudó pero
pensó que conseguiría arreglarlo. Se equivocó. Nuestro personaje siguió creciendo y conforme crecía en edad crecía su cumulo de penurias. Esto no es una broma de mal gusto, no es 28 de diciembre y menos aún somos fieles seguidores de
Jaimito Borromeo y su nefasto sentido del humor, este hombre existe y puede estar más cerca de
ustedes de lo que se creen.
A nuestro hombre le han sucedido múltiples y variopintos sucesos que no lograríamos contar en años, pero poco a poco iremos relatando esta
historia como los
apóstoles con Jesucristo, solo que Jesucristo murió en la cruz con los clavos en las manos y los
pies y seguramente a nuestro personaje le hubieran clavado esos clavos en cada uno de sus
santísimos cojones pues alguien con semejante suerte no podría recibir menos.
Nada más por hoy; esto es solo el principio de una triste y desgraciada relación con todos vosotros, esperemos que jamás tengáis la desgracia de conocer al caballero de la triste figura.