sábado, 19 de mayo de 2007

Cada mujer que conozco es un circulo más de mi espiral de desgracias

Este personaje que va a protagonizar este, nuestro blog, es alguien de carácter peculiar,de cualidades de lo mas peculiares, es decir un tío al cual según ciertos personajes se le puede tildar de pericioso. Es alguien que seguramente jamás desearíais ser, alguien que no lo desearíais ni al peor de vuestros enemigos pero está ahí y habrá que aguantarle, digo yo. Sus palabras son peculiares, a veces exageradas pero siempre con algo de pericia. No se le puede pedir más a alguien que perdió su amor propio justo en el momento de nacer donde el médico asustado le preguntó a su mamá si estaba segura de dar a luz a semejante espécimen, ella dudó pero pensó que conseguiría arreglarlo. Se equivocó. Nuestro personaje siguió creciendo y conforme crecía en edad crecía su cumulo de penurias. Esto no es una broma de mal gusto, no es 28 de diciembre y menos aún somos fieles seguidores de Jaimito Borromeo y su nefasto sentido del humor, este hombre existe y puede estar más cerca de ustedes de lo que se creen.
A nuestro hombre le han sucedido múltiples y variopintos sucesos que no lograríamos contar en años, pero poco a poco iremos relatando esta historia como los apóstoles con Jesucristo, solo que Jesucristo murió en la cruz con los clavos en las manos y los pies y seguramente a nuestro personaje le hubieran clavado esos clavos en cada uno de sus santísimos cojones pues alguien con semejante suerte no podría recibir menos.
Nada más por hoy; esto es solo el principio de una triste y desgraciada relación con todos vosotros, esperemos que jamás tengáis la desgracia de conocer al caballero de la triste figura.

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