Sábado por la tarde

Hola a todos o a los pocos que vayáis a leer esto. Seguro que seréis pocos o nadie, lo sé.
Como cada sábado por la tarde (desde que tengo uso de razón) me he vuelto a quedar en casa.
No es porque no tenga amigos (tampoco tengo muchos) o porque no tenga nada mejor que hacer (aunque dudo mucho que algo pueda interesarme tal y como soy), sino porque me he quedado estudiando ya que pronto tengo exámenes. Sé que es aburrido pero no me voy a martirizar por eso: soy un tipo aburrido y desgraciado como ya iréis viendo
Había decidido hacerme una chuleta y meterla en la calculadora para el examen del próximo miércoles. Todo iba bien aunque se fue la luz ciento cincuenta veces en una hora (cosa normal en mi casa... vivo yo, joder) y tenía que volver a empezar de nuevo. No me preocupaba: eso es una desgracia menor para mi. El problema es que ayer me compré una calculadora de 300 € y estaba dispuesto a estrenarla. No funciona. Se me cayó esta mañana al váter mientras calculaba el tiempo que hace que no me como un rosco. Y la garantía también se fue cañería abajo. Así que he perdido 300 euros en cuestión de unas horas.
Estoy jodido, lo reconozco. Pero estoy más jodido porque esta noche iba a quedar con una tía y tenía pensando comerle hasta la goma del tanga. Pero mientras pasaba la chuleta al ordenador me ha hablado por el messenger, me ha puesto la web cam y estaba tirándose a otro tío.
Aunque parezca mentira hay algo de bueno en todo esto: me he podido pajear mientras miraba a la que iba a ser mi ligue de esta noche cepillándose a un tío mucho más feo que yo. Y no lo digo yo: al muy cabrón le salían la cara y la polla distorsionadas, como cuando salen imágenes de niños por la tele.
Voy a ver si puedo suicidarme sin que nadie se entere.
Follad vosotros que podéis.