jueves, 21 de junio de 2007

Poema

No hay mejor manera de volver que recordando a mis contados lectores que no estan leyendo algo gracioso ni nada curioso. Al contrario. No lean si no quieren, no me suponen nada.
Aquí os dejo, oh infortunados, este asqueroso poema de un grande de la literatura española. Espero que no os guste.

Hombre en desgracia, por Blas de Otero

Me cogiera las manos en la puerta del ansia,
sin remedio me uniesen para siempre a lo solo,
me sacara de dentro mi corazón, yo mismo
lo pusiese, despacio, delante de los ojos.

O si hablase a la noche con el labio enfundado
y detrás de la nuca me tocasen de pronto
unas manos no humanas, hasta hacerme de nieve,
una nieve que el aire aventase, hecha polvo...

Soy un hombre sin brazos, y sin cejas y acaso
una sábana extiende su calor desde el hombro;
voy y vengo en silencio por el haz de la tierra,
tengo miedo de Dios, de los hombres me escondo.

Doy señales de vida con pedazos de muerte
que mastico en la boca, como un hielo sonoro;
voy y vengo en silencio por las sendas del sueño,
mientras baten las aguas y dan golpes los olmos.

¿Hasta cuándo este cáliz en las manos crispadas
y este denso silencio que se arrolla a los codos;
hasta cuándo esta sima y su silbo de víboras
que rubrican el vértigo de ser hombre hasta el fondo?

¿Hasta cuándo la carne cabalgando en el alma;
hasta heñirla en las sombras, hasta caer del todo?
Oh, debajo del hambre Dios bramea y me llama
acaso como un muerto -dios de cal- llama a otro.


P.D:La vida no es una mierda, la mierda es mi vida.

1 comentarios:

Blogger benito_reyes_vega ha dicho...

La existencia es soledad desde la primera luz que vemos hasta la última mirada que echamos.

Soledad e impotencia por escapar del alma con el alma del cuerpo. Soledad por incomprensión que hayamos frecuentemente. Soledad porque ninguna otra visión de la existencia hay desde donde nosotros estamos.

La vida es soledad... que compartimos, a veces cerca, a veces lejos... soledad de la cual se puede uno -u otro- enamorar.

Pero ojo con el miedo... eso no tiene que ver con la soledad. Ese sí es abismo. Tenebroso abismo que desespera y desconsuela.

21 de junio de 2007, 20:03  

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